Trabajar unidos contra el mal, pide exorcista
Entrevista con el P. Guillermo Barba Mojica / Coordinador de
Exorcistas
• El
sacerdote encomendó su tarea a Jesucristo y a la Virgen María, vencedores del
mal.
Que
los exorcistas de la Arquidiócesis de México trabajen unidos y bajo los mismos
criterios para que, con la fuerza del Espíritu Santo, puedan vencer al mal que
aqueja a la sociedad, son las indicaciones que ha recibido del cardenal
Norberto Rivera Carrera el nuevo coordinador de Exorcistas, el padre Guillermo
Barba Mojica, quien dice asumir esta tarea “con mucho amor y fe”.
En
entrevista para Desde la fe, el sacerdote aceptó que el nuevo nombramiento le
causó una gran impresión: “No me lo esperaba, cuando el señor Cardenal me
preguntó cómo me sentía, contesté: ‘con miedo’. ‘¿Le tienes miedo al diablo?’
–me interrogó el Sr. Cardenal–, y le respondí que tenía algunas reservas, pero
es una obediencia de fe, y lo hago con toda la fuerza y la gracia de nuestro Señor”.
“Yo
le pido a nuestro Señor Jesucristo, que es el vencedor del mal y del pecado,
que me dé las fuerzas y las luces necesarias para desempeñar bien este servicio
pastoral al que Dios me ha mandado a través de mi Obispo. Me pongo, desde
luego, bajo la protección de la Santísima Virgen, también vencedora del mal,
del demonio que aplastó y derrotó”, añadió el P. Barba, quien desde hace tres
años se desempeña como exorcista de la IV Vicaría “San Miguel Arcángel”.
El
sacerdote habló sobre las debilidades y retos del Ministerio de Liberación, e
hizo un llamado a la unidad y a la formación del presbiterio y de los laicos
para luchar contra el mal; además, destacó la labor del anterior coordinador de
Exorcistas, el P. Pedro Mendoza Pantoja.
“No
es una tarea fácil –reconoció–. Es un ministerio muy silencioso, pero a veces
hace estallido por la morbosidad, por la curiosidad, porque muchas veces se
quiere ver al exorcismo como algo sobrenatural”, apuntó el presbítero.
Además,
dijo que trabajar contra el mal “es una tarea que concierne a toda la Iglesia,
no sólo a los sacerdotes exorcistas, porque se trata de ir en contra de todos
los males que existen y atender a aquellas personas que buscan su liberación,
que es lo más importante, sanar, liberarse para vivir la encarnación del amor
de nuestro Señor”.
–¿Qué
es lo más importante para llevar a cabo el Ministerio de Liberación?
–Antes
que nada, hay que saber cuál es la finalidad del exorcismo; tener bien claro
que es algo que ocurre de forma muy remota, porque en la mayoría de los casos,
las personas que son víctimas y sufren alguna manifestación del mal, lo que
necesitan es una simple liberación. Estas personas llegan a la Iglesia porque
es la depositaria del poder de Jesucristo y la continuadora de su obra; acuden a
los sacerdotes para verse libres de los males que los aquejan, para buscar su
sanación interior, porque los medios humanos son insuficientes. Pero también
hay que tener presente que se trata de un ministerio de amor.
–¿Cómo
trabajar en ese sentido?
–El
problema es que la sociedad le ha dado mucha importancia a los campos de lo
paranormal, lo sobrenatural, las supersticiones; por eso muchos piensan que
están poseídos, y eso es muy delicado. Tenemos que trabajar en la
evangelización y en la formación pastoral para quitar esa mentalidad, para que
puedan discernir y darse cuenta que lo que necesitan es liberarse de esos males
interiores y del desequilibrio que afecta su estabilidad emocional. Debemos
concientizarlos de que no se trata de una posesión, sino muchas veces de
trastornos que en la mayoría de los casos son provocados por lo que está
aconteciendo en la sociedad.
–¿Cuál
es su mensaje al presbiterio?
–Primero
que nada, quiero llamarlos a tener información de lo que es el Ministerio de la
Liberación, porque hay dos tipos de sacerdotes: quienes creen y quienes no;
unos que ven diablos por todas partes, y otros que no ven nada. Creo que
debemos trabajar en esos dos aspectos, porque el primer filtro para discernir
si se requiere o no de un exorcismo, son precisamente los sacerdotes.
–¿Qué
le dice a los fieles?
–Lo
principal es que se acerquen a Dios; que van a encontrar su liberación, su paz
interior, en la medida en que procuren todos los días una vida espiritual,
sacramental y de oración. Para que puedan liberarse deben tener fe en nuestro
Señor y en la Iglesia representante de Él, depositaria de todo su poder, y
vivir plenamente apegados a Jesús.
–Su
mensaje al P. Pedro Mendoza Pantoja.
–Debo
manifestarle mi gratitud porque hizo un excelente trabajo; presentó su servicio
con mucho celo apostólico y entrega durante el tiempo que estuvo al frente de
la Coordinación General de Exorcistas. Lo admiro y lo respeto por su excelente
trabajo, ha dado grandes pasos en el Ministerio de Liberación, lo que nos
permite trabajar con más claridad.
https://www.facebook.com/media/set/?set=a.512921915448055.1073742
Entrevista con el P. Guillermo Barba Mojica / Coordinador de
Exorcistas
• El
sacerdote encomendó su tarea a Jesucristo y a la Virgen María, vencedores del
mal.
Que
los exorcistas de la Arquidiócesis de México trabajen unidos y bajo los mismos
criterios para que, con la fuerza del Espíritu Santo, puedan vencer al mal que
aqueja a la sociedad, son las indicaciones que ha recibido del cardenal
Norberto Rivera Carrera el nuevo coordinador de Exorcistas, el padre Guillermo
Barba Mojica, quien dice asumir esta tarea “con mucho amor y fe”.
En
entrevista para Desde la fe, el sacerdote aceptó que el nuevo nombramiento le
causó una gran impresión: “No me lo esperaba, cuando el señor Cardenal me
preguntó cómo me sentía, contesté: ‘con miedo’. ‘¿Le tienes miedo al diablo?’
–me interrogó el Sr. Cardenal–, y le respondí que tenía algunas reservas, pero
es una obediencia de fe, y lo hago con toda la fuerza y la gracia de nuestro Señor”.
“Yo
le pido a nuestro Señor Jesucristo, que es el vencedor del mal y del pecado,
que me dé las fuerzas y las luces necesarias para desempeñar bien este servicio
pastoral al que Dios me ha mandado a través de mi Obispo. Me pongo, desde
luego, bajo la protección de la Santísima Virgen, también vencedora del mal,
del demonio que aplastó y derrotó”, añadió el P. Barba, quien desde hace tres
años se desempeña como exorcista de la IV Vicaría “San Miguel Arcángel”.
El
sacerdote habló sobre las debilidades y retos del Ministerio de Liberación, e
hizo un llamado a la unidad y a la formación del presbiterio y de los laicos
para luchar contra el mal; además, destacó la labor del anterior coordinador de
Exorcistas, el P. Pedro Mendoza Pantoja.
“No
es una tarea fácil –reconoció–. Es un ministerio muy silencioso, pero a veces
hace estallido por la morbosidad, por la curiosidad, porque muchas veces se
quiere ver al exorcismo como algo sobrenatural”, apuntó el presbítero.
Además,
dijo que trabajar contra el mal “es una tarea que concierne a toda la Iglesia,
no sólo a los sacerdotes exorcistas, porque se trata de ir en contra de todos
los males que existen y atender a aquellas personas que buscan su liberación,
que es lo más importante, sanar, liberarse para vivir la encarnación del amor
de nuestro Señor”.
–¿Qué
es lo más importante para llevar a cabo el Ministerio de Liberación?
–Antes
que nada, hay que saber cuál es la finalidad del exorcismo; tener bien claro
que es algo que ocurre de forma muy remota, porque en la mayoría de los casos,
las personas que son víctimas y sufren alguna manifestación del mal, lo que
necesitan es una simple liberación. Estas personas llegan a la Iglesia porque
es la depositaria del poder de Jesucristo y la continuadora de su obra; acuden a
los sacerdotes para verse libres de los males que los aquejan, para buscar su
sanación interior, porque los medios humanos son insuficientes. Pero también
hay que tener presente que se trata de un ministerio de amor.
–¿Cómo
trabajar en ese sentido?
–El
problema es que la sociedad le ha dado mucha importancia a los campos de lo
paranormal, lo sobrenatural, las supersticiones; por eso muchos piensan que
están poseídos, y eso es muy delicado. Tenemos que trabajar en la
evangelización y en la formación pastoral para quitar esa mentalidad, para que
puedan discernir y darse cuenta que lo que necesitan es liberarse de esos males
interiores y del desequilibrio que afecta su estabilidad emocional. Debemos
concientizarlos de que no se trata de una posesión, sino muchas veces de
trastornos que en la mayoría de los casos son provocados por lo que está
aconteciendo en la sociedad.
–¿Cuál
es su mensaje al presbiterio?
–Primero
que nada, quiero llamarlos a tener información de lo que es el Ministerio de la
Liberación, porque hay dos tipos de sacerdotes: quienes creen y quienes no;
unos que ven diablos por todas partes, y otros que no ven nada. Creo que
debemos trabajar en esos dos aspectos, porque el primer filtro para discernir
si se requiere o no de un exorcismo, son precisamente los sacerdotes.
–¿Qué
le dice a los fieles?
–Lo
principal es que se acerquen a Dios; que van a encontrar su liberación, su paz
interior, en la medida en que procuren todos los días una vida espiritual,
sacramental y de oración. Para que puedan liberarse deben tener fe en nuestro
Señor y en la Iglesia representante de Él, depositaria de todo su poder, y
vivir plenamente apegados a Jesús.
–Su
mensaje al P. Pedro Mendoza Pantoja.
–Debo
manifestarle mi gratitud porque hizo un excelente trabajo; presentó su servicio
con mucho celo apostólico y entrega durante el tiempo que estuvo al frente de
la Coordinación General de Exorcistas. Lo admiro y lo respeto por su excelente
trabajo, ha dado grandes pasos en el Ministerio de Liberación, lo que nos
permite trabajar con más claridad.
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